El estrés es una respuesta natural del cuerpo humano ante situaciones que pueden resultar amenazantes o desafiantes. Sin embargo, cuando éste se vuelve crónico o se produce en exceso, puede tener un impacto negativo en la salud física y mental de los niños y adolescentes. Los padres tenéis un papel fundamental en la ayuda que podéis prestar a vuestros hijos para que gestionen el bloqueo emocional que sientan y prevenir los efectos adversos que este puede tener en su desarrollo.
En este artículo, explicaré algunas claves para que puedas apoyar a tu hijo/a en este asunto tan importante y puedas crear un ambiente familiar estable y seguro en el que se sienta valorado/a, adecuado para que pueda manejar el estrés de manera efectiva.
Los hijos necesitan saber que pueden contar con sus padres y que estos les apoyarán, independientemente de las circunstancias.
Las claves que quiero destacar son las siguientes:
1. Enseñar con el ejemplo
Eres su punto de referencia más cercano y su pilar de confianza.
Es importante que seas un modelo a seguir para tu hijo/a en términos de manejo de la presión o el estrés de manera efectiva y cómo gestionar las emociones de manera saludable. Tu hijo/a siempre tenderá a imitar tus comportamientos, por tanto, enséñale con tu ejemplo cómo actuar ante el agobio de manera saludable, en lugar de recurrir a comportamientos poco beneficiosos.
Así pues, es importante que seas consciente de tus propios niveles de ansiedad y trabajes para manejarlos de manera efectiva.
2. Identificar las causas
Otra clave para ayudar a tu hijo/a en esos momentos de agitación es identificar la fuente del problema. A menudo, los niños y adolescentes no son capaces de identificar las causas de su estado, por lo que es importante que tú como padre/madre preste atención a su comportamiento y a los cambios en su estado de ánimo.
Algunas señales a las que debes estar atento/a son:
- problemas de sueño,
- cambios en el apetito,
- irritabilidad y
- síntomas físicos como dolores de cabeza y/o dolores de estómago.
Seguimos con el tema de las causas que pueden estar afectando a tu hijo/a. En el artículo anterior te hablé de las más significativas. Puedes acudir a él para hacer un recordatorio.
Una vez hayas identificado de dónde procede ese agobio que siente tu hijo/a, podéis trabajar juntos para encontrar soluciones.
Por ejemplo, si el estrés se debe a la sobrecarga de tareas escolares, puedes ayudarle a administrar mejor su tiempo y establecer un horario de estudio. Si se debe a problemas de relaciones sociales, puedes ayudar a tu hijo/a a desarrollar habilidades sociales y brindarle todo el apoyo emocional que necesite.
3. Fomentar hábitos saludables
El estrés puede tener un impacto negativo en la salud física de tu hijo/a, lo que a su vez puede aumentar más su presión. Es “la pescadilla que se muerde la cola». Este ciclo negativo puede prevenirse y aliviarse al fomentar hábitos saludables.
Esto incluye los básicos que, en muchas ocasiones, se nos olvidan: dieta equilibrada, horas de sueño adecuadas y realizar ejercicio regularmente.
También puede animar a tu hijo/a a practicar actividades que les gusten, a tener aficiones o hobbies como la música, la pintura o el deporte, para ayudarle a liberar tensiones y mejorar su bienestar emocional. Tal vez, tú mismo/a ya practicas alguno de ellos. Muéstrale los beneficios que obtienes.
Además, puedes enseñarle técnicas de relajación, como la respiración profunda y la meditación, para que puedan reducir el estrés cuando se sienta abrumado/a. Si no te sientes capacitado/a, siempre puedes acudir a un profesional que le ayude en estas y otras técnicas de relajación.
4. Brindar apoyo emocional
El apoyo emocional es una parte crucial para ayudar a tu hijo/a a manejar esos momentos de angustia y bloqueo emocional. Los adolescentes a menudo se sienten abrumados por las responsabilidades y las expectativas. Puedes brindar este apoyo de varias maneras:
- Escuchando activamente,
- validando los sentimientos de tu hijo/a,
- asegurándote de que se siente seguro/a y amado/a en todo momento,
- ofreciendo tu orientación para ayudarle a abordar sus problemas.
Además, para muchos niños y adolescentes, tener rutinas y límites bien definidos puede ayudarles a reducir la presión. Puedes ayudar a tu hijo/a a establecer rutinas diarias que incluyan tiempo para hacer tareas, jugar y relajarse.
También debes establecer límites claros en cuanto a la cantidad de tiempo que tu hijo/a pasa en actividades como los videojuegos o las redes sociales, ya que estas pueden aumentar su estrés y ansiedad.
5. Fomentar la resolución de problemas
Enseñar a tu hijo/a a resolver dificultades de la vida diaria puede ayudarle a sentirse más seguro/a y confiado/a al enfrentar a situaciones problemáticas o estresantes. Como padre/madre puedes fomentar la resolución de problemas al ayudarle a identificar los que le están estresando y a desarrollar soluciones creativas para resolverlos.
También puedes ayudar a tu hijo/a a aprender a aceptar la incertidumbre y a lidiar con las situaciones impredecibles o que no puede controlar.
6. Promover la comunicación abierta
La comunicación abierta y sincera es también crucial para ayudar a tu hijo/a. Puedes promover este tipo de comunicación siendo accesible y receptivo/a a sus necesidades.
Por supuesto, también puedes ayudarle a aprender habilidades de comunicación efectiva para que pueda expresar sus sentimientos y necesidades de manera clara y respetuosa.
7. Buscar ayuda profesional
En algunos casos, es necesario buscar ayuda profesional para ayudar a los niños y adolescentes a manejar y gestionar su cansancio emocional y estrés.
En ningún caso es tiempo perdido la orientación que puedes recibir tú, como padre/madre y la ayuda que puede recibir tu hijo/a a través de técnicas y herramientas que contribuyan a restablecer su equilibrio emocional y a avanzar en su desarrollo personal en todos sus ámbitos.
Resumiendo, como padre/madre tienes un papel fundamental en el desarrollo equilibrado y armonioso de tu hijo/a. En tus manos está ser modelo a seguir, proporcionar apoyo emocional, crear un ambiente familiar estable y seguro, fomentar hábitos saludables, ayudar a desarrollar habilidades sociales y comunicativas y a promover una comunicación abierta y sincera.
Como puedes ver, poca cosa y además muy sencillo.
Como dice el filósofo Lao-Tsé: “Un viaje de mil millas comienza con el primer paso”. Es el inicio de un largo camino por recorrer.
👉🏻 ¿Necesitas ayuda profesional personalizada? No dudes en contactarme y estaré encantada de ayudarte. 😊
⚠️ Recuerda que hay cosas que pueden esperar, tu hijo/a NO.
4 comentarios en «7 claves para ayudar a tu hijo a gestionar el estrés»
Gracias Esperanza. Es un artículo muy interesante y práctico.
Gracias por tu comentario. Ya tienes herramientas para ayudar a tu hijo/a a gestionar el estrés. Si necesitas algo, no dudes en contactar. Saludos